Sometimes small and unexpected things highlight a difference between countries.
Last year my British partner and I (Eduardo) were relaxing on the terrace of a rural bar outside Madrid. There was no need to speak as we enjoyed the mountain scenery, the warm weather and a chilled “caña”. Suddenly the tranquility was broken by a strange sound. It’s like a whistle… but also like a horn and more high-pitched. I could not stop laughing at the confused expression on my partner’s face.
The sound we heard was a “alfilador” – a traveling knife-sharpener. The noise and the job itself might sound unusual but in Spain it’s common to see or – more often – hear them. Recently a BBC journalist in Spain published an article about this iconic and disappearing profession.
En ocasiones, cosas pequeñas e inesperadas resaltan la diferencia entre países.
El año pasado, mi pareja, británico, y yo (Eduardo) estábamos relajándonos en la terraza de un bar en las afueras de Madrid mientras esperábamos para ir a la boda de una amiga. No había necesidad de hablar mientras disfrutábamos del paisaje montañoso, el clima cálido y la caña fresca. De repente la tranquilidad se rompió por un sonido extraño. Era como un silbido… pero también como un claxon y más agudo. Yo no podía parar de reír con la expresión tan confusa de mi compañero.
El sonido que escuchamos era un “afilador”. El ruido y el trabajo en sí pueden sonar extraños pero en España es frecuente verlos o – más frecuente – oírlos. Reciéntemente un corresponsal de la BBC en Madrid publicó un artículo sobre esta profesión icónica y en desaparición.